Gloria Fuertes

Amor que libera

Ya no soy la niña amarga que tenía un mar de llanto y alta ortiga por el alma. Ya no soy la niña enferma que al oír risas lloraba; ya salí del solitario bosque que me acorralaba. Ahora soy la niña verde,
porque floreció mi calma. Ya no soy la loca triste, ya no soy la niña blanca, nuevo amor ha traspasado con el nardo de su lanza mi corazón, que ahora tiene un nombre de menta y ámbar. ¡Ay cuánta sonrisa noto que trepa por mis espaldas! ¡Qué brillo tienen mis ojos -viudos de siete mil lágrimas-!

Gloria Fuertes

jueves, 2 de junio de 2011



He decidido comentar ambas viñetas juntas porque considero que están muy relacionadas con el tema de las diferencias entre los niños y las clasificaciones que se hacen en los colegios con ellos.
En la primera viñeta, ¿¿Alguien sabe cuál es el niño sordo?? Es difícil averiguarlo, pues todos juegan tan ricamente. Cada uno inmerso en su juego y su fantasía.
Si hay un niño sordo, no puedo verlo, porque todos juegan igual, el sordo , el mudo, el ciego… la discapacidad no tiene por qué ser un impedimento para que los niños jueguen  juntos por igual, aunque sean niños, porque tienen esa facilidad para llegar al acuerdo, ya que la intención es jugar y divertirse.
En mi opinión en los colegios se discrimina mucho a los niños discapacitados, creo que es lamentable que esto acurra a estas alturas, en pleno siglo XXI, lo peor es que la mayoría de las veces son los profesores y el sistema educativo en general el que hace estas divisiones entre los niños, provocando falta de autonomía en ellos, es decir todo lo contrario a lo que dice el corriculum.
En cuando a la segunda viñeta, un/amaestro/a escribe y firma una nota que pone “se recomienda al niño que vaya a un aula especial porque es diferente”. Veo una crítica a aquellos profesores que hacen clasificaciones y discriminaciones en clase, con niños con problemas físicos o psíquicos, entre otros. Creo que no es justo que esto ocurra, si tenemos que enseñar a los niños ciertos valores y luego no somos capaces de tenerlos nosotros, ¿qué clase de maestros seremos? El maestro debe fomentar la igualdad entre los niños, tiene que estar capacitado para tratar con niños con discapacidades.
Todo esto no quiere decir que los niños con éste tipo de problemas no requieran una atención especial, pero éste no debe ser un impedimento para que el niño esté integrado en la clase y pueda compartir otras asignaturas con sus compañeros.
En definitiva considero que hay niños diferentes, pero esa no es razón para hacer discriminaciones y menos aun por parte del maestro, que debe enseñar a sus alumnos todo lo contrario.