Hemos tenido dos clases teóricas, una la hemos dado en el aula y la otra la hemos dado en el pabellón, en las clases teóricas, la profesora nos ha puesto un power point sobre el aprendizaje motriz. En el seminario nos hemos disfrazado de piratas. Todas nos hemos emocionado, supongo que porque teníamos ganas de hacer algo divertido. Hemos cantado y bailado una canción sobre un pirata, después hemos fingido ser piratas que luchaban, diciendo en voz alta las partes del cuerpo de nuestro contrincante que golpeábamos con nuestras espadas (que eran de periódico), El fin de este juego es que los niños conozcan las partes del cuerpo. Después, hemos hecho uno parecido pero esta vez con un garfio y con una pierna herida por lo que hemos tenido que fingir que somos cojas y mancas. Luego se ha dividido la clase en grupos, en este juego, cada grupo tenía un tesoro, y debía robar el tesoro del grupo contrincante, fingiendo que éramos cojas y que estábamos heridas. Este juego no ha salido como debería, pues de la emoción (creo yo) todas nos hemos olvidado de que estábamos heridas cojas, mancas, también ha habido algo de trampa… Después una compañera nos ha leído los un cuento, el pirata Barbamelón. La moraleja es que la avaricia rompe el saco, cosa que nos ha ocurrido en el juego que hemos hecho anterior. Entonces, en el siguiente, solo podíamos escoger un tesoro cada una, y transportarlo con la parte del cuerpo que nos ha tocado, pasando por unos aros, pero no podíamos pisar el aro en el que apareciera nuestra parte del cuerpo. Después de pasar los aros, habríamos llegado al barco del equipo contrincante. Ahí ha acabado el seminario de hoy. Me ha encantado disfrazarme con todas mis compañeras, ha sido divertidísimo. ¡¡Gracias chicas!!
Gloria Fuertes
Amor que libera
Ya no soy la niña amarga que tenía un mar de llanto y alta ortiga por el alma. Ya no soy la niña enferma que al oír risas lloraba; ya salí del solitario bosque que me acorralaba. Ahora soy la niña verde,
porque floreció mi calma. Ya no soy la loca triste, ya no soy la niña blanca, nuevo amor ha traspasado con el nardo de su lanza mi corazón, que ahora tiene un nombre de menta y ámbar. ¡Ay cuánta sonrisa noto que trepa por mis espaldas! ¡Qué brillo tienen mis ojos -viudos de siete mil lágrimas-!
Gloria Fuertes
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