En esta viñeta, Frato hace una crítica a aquellos maestros que no dejan ni estirar los brazos a sus alumnos en las excursiones. El dibujante ha representado a unos pequeños que van a visitar el barrio. Los niños pequeños se emocionan mucho cuando se les dice que irán de excursión, todo es muy bonito hasta que la maestra les organiza: “Tenéis que ir en filas de a dos, cogidos de la mano, sin bajar de la acera, sin distraerse… Es una locura pedirle a un niño pequeño que no se distraiga, si va de excursión, si está viendo cosas nuevas, está experimentando otro entorno. Pongámonos por un momento en el lugar de los niños, con tan poca movilidad en la fila y caminando al paso de todos los demás, sin apenas espacio para dar los pasos provocando tropiezos con el compañero de delante. Nada cómodo caminar así.
Lo mejor de la viñeta es el dibujo del pequeño, el cogote del compañero de delante. Claro, si es lo que el pobre ha visto en toda la visita… entonces, ¿qué queremos que los niños recuerden? si no han podido disfrutar, han tenido que estar todo el tiempo cogidos de las manos, sin poder explorar, sin distraerse con lo que les rodea, sin salirse de la acera… completamente controlados...Y yo pienso, no es necesario hacer esto tan exagerado. Se puede controlar a los niños de manera que no se les agobie tanto, y dándoles más libertad para que disfruten. De qué sirve llevar a un niño de excursión si después tiene que hacer lo mismo que en el cole (mantenerse en fila, no distraerse, etc). Una excursión debe ser para que el niño explore y disfrute jugando y descubriendo el entorno en el que se encuentra. La verdad es que para dar un paseo por el barrio con los niños, no es necesario tanto orden y control. Yo propongo más ojos pendientes de los niños y más libertad para ellos.
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