Antes de comentar esta viñeta, me gustaría hablaros un poco sobre el creador de la misma. He de reconocer, que el día que comenté en mi blog la primera viñeta que la profesora nos asignó, no me interesé por su dibujante. Pero es difícil no interesarse, tras contemplar varias de sus viñetas.
Se trata de Franceso Tonucci , este pensador, psicopedagogo, nació en Fano, Italia, en 1941. Se diplomó como profesor en 1958 y se graduó en Pedagogía, en la Universidad Católica de Milan. A los 28 años recibió su primera distinción en ese campo y comenzó a satirizar la realidad de la escuela a través del seudónimo "Frato".
Trabajó como maestro de escuela primaria y, en 1966, se convirtió en investigador en el Instituto Psicológico del Consejo Nacional de Investigación, del que -en 1982- presidió el Departamento de Psicopedagogía, que lleva adelante el programa de educación ambiental, cuyo objetivo es crear una base de datos para y por los niños.
Frato, se interesa por el desarrollo cognitivo de los chicos, el pensamiento infantil y su comportamiento y la relación entre la cognición de los niños y la metodología educacional, centrándose en todo ello en sus investigaciones.
En 1991 desarrolló en su pueblo natal el proyecto de Ciudad de los Niños, considerado una nueva forma de concebir la ciudad, con los niños como punto de referencia. El proyecto fue más que exitoso, extendiéndose a diversos puntos del mundo.
En 1997 fue nombrado presidente del "Comité Italiano de Televisión y Menores", dedicado a la protección de los niños. A continuación comentaré una de sus viñetas, la cual, me parece muy curiosa.
La seño explica al pequeño Frato, que hay que confiar en los demás. Pero resulta, que la puerta de clase, tiene cientos de candados y está hecha de metal. Más que la puerta de un aula de infantil, parece la de un refugio a prueba de bombas.
No es tan fácil hablar de la confianza, se gana, se pierde, se siente, se demuestra, o no se demuestra.... Una maestra no puede pedir al niño que confíe en los demás, si ella no lo está haciendo (no está demostrando que ella también confía). Los niños, son muy observadores, a veces, podemos pensar que ellos no se dan cuenta de muchas cosas, pero no es así. En mi opinión, a Frato no le cuadran las cosas, pues la profe predica unas, pero hace todo lo contrario. Es importante saber que los niños harán todo lo que vean y tendrán más en cuenta las acciones del maestro, que cualquier explicación.
Es cierto que se debe confiar en los demás, pero yo pienso que debe haber un límite. Baltasar Gracián decía, “La confianza es la madre del descuido”, cuanto más confiamos plenamente en alguien o algo, más lo descuidamos, sin embargo, cuando no se confía tan plenamente, solemos estar más pendiente de ello. Pero en el ámbito educativo, es muy importante que el niño confíe, y sepa que hay personas que le apoyan y con las que puede compartir sus problemas, sus alegrías, sus tristezas. En definitiva, sus vivencias.