Parece ser que la mamá de Frato, no se ha percatado de que el pequeño, sí está divirtiéndose, y mucho.
En esta viñeta aparece Frato, jugando con una simple escoba de barrer, el chico se lo está pasando genial, imaginando que es un príncipe guerrero con su poderosa espada y su fiel caballo. Pero de repente, llega su madre, que le ha comprado una gran espada y un caballo muy reales… Parece ser, que el juego ya no es tan divertido como cuando jugaba con la escoba. Con este caballo tan real, no puede correr, e imaginar que galopa por una gran colina, y la espada nueva, pesa demasiado y no la puede manejar bien.
Los niños no necesitan millones de juguetes, porque también tienen la imaginación y con ella pueden ser quienes quieran y hacer lo que quieran. ¿Por qué ponérselo tan fácil?
Los niños deben desarrollar su creatividad y, qué mejor modo, que imaginando en sus juegos.
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