La educación formal se caracteriza por ser una educación regulada, planificada, sistematizada. Existen condicionantes imperantes en la sociedad: ya el lenguaje, ya el entorno socio-político, ya la enseñanza. Analizando estas cuestiones puede sopesarse con determinación que a los alumnos se les enseña lo que quiere el Estado (y la familia, pero esto es harina de otro costal), que, por medio de un profesor, son asignados a las moldeables mentes juveniles los conocimientos convenientemente considerados.
Es adecuado, beneficioso y fructífero cavilar sobre cuestiones no académicas; divagar entre las lindes de lo escolar y lo no escolar; ser críticos con lo que nos rodea. Si el único entendimiento y parecer nos lo ofreciera la educación formal, estoy casi segura de que no habría tanta detracción con lo impuesto, a saber: la moral, la religión, la autoridad, etc. Aspectos que se acrecentan y se engrosan con el eficaz trabajo que hacen los medios de comunicación actuales. Si el único entendimiento y parecer nos lo ofreciera la educación formal, seríamos simples marionetas.
Es adecuado, beneficioso y fructífero cavilar sobre cuestiones no académicas; divagar entre las lindes de lo escolar y lo no escolar; ser críticos con lo que nos rodea. Si el único entendimiento y parecer nos lo ofreciera la educación formal, estoy casi segura de que no habría tanta detracción con lo impuesto, a saber: la moral, la religión, la autoridad, etc. Aspectos que se acrecentan y se engrosan con el eficaz trabajo que hacen los medios de comunicación actuales. Si el único entendimiento y parecer nos lo ofreciera la educación formal, seríamos simples marionetas.
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