Gloria Fuertes

Amor que libera

Ya no soy la niña amarga que tenía un mar de llanto y alta ortiga por el alma. Ya no soy la niña enferma que al oír risas lloraba; ya salí del solitario bosque que me acorralaba. Ahora soy la niña verde,
porque floreció mi calma. Ya no soy la loca triste, ya no soy la niña blanca, nuevo amor ha traspasado con el nardo de su lanza mi corazón, que ahora tiene un nombre de menta y ámbar. ¡Ay cuánta sonrisa noto que trepa por mis espaldas! ¡Qué brillo tienen mis ojos -viudos de siete mil lágrimas-!

Gloria Fuertes

miércoles, 9 de marzo de 2011

Esta viñeta representa una situación muy interesante, y es bastante típica en las aulas.
En ella, aparece un niño, diciendo  cosas que sabe hacer, y entre estas, una es escribir, que ocupa el último lugar en la lista del niño. Pero lo más interesante es que cuando la maestra le pregunta, si sabe lo que es un sumando, el niño no tiene ni la menor idea.  Entonces, es  cuando entra la maestra, diciendo a los niños lo que es un sumando, hablando y hablando sin parar un instante, para dar la palabra a algún niño o para preguntar si lo entienden, o… simplemente para hacerles a ellos también protagonistas por un momento. Creo que de esta manera seria más amena la lección. Como esta maestra, Muchos otros docentes, se limitan solo a explicar  la materia, sin permitir al niño involucrarse, estos maestros son los llamados maestros “enciclopedia” o “diccionario”.
Es evidente, que esta actitud por parte de la maestra no es buena para los niños, porque éstos aprenden con mayor facilidad cuando les gusta la materia y muchas veces la profesora con esa actitud hace que los niños pierdan el gusto por aprender, ya que una clase así, en la que solo habla el profesor, la mayoría de las veces suele ser aburrida, en cambio.
 Es importante que los niños aprendan por sí mismos, siempre guiados por su maestro.

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