Gloria Fuertes

Amor que libera

Ya no soy la niña amarga que tenía un mar de llanto y alta ortiga por el alma. Ya no soy la niña enferma que al oír risas lloraba; ya salí del solitario bosque que me acorralaba. Ahora soy la niña verde,
porque floreció mi calma. Ya no soy la loca triste, ya no soy la niña blanca, nuevo amor ha traspasado con el nardo de su lanza mi corazón, que ahora tiene un nombre de menta y ámbar. ¡Ay cuánta sonrisa noto que trepa por mis espaldas! ¡Qué brillo tienen mis ojos -viudos de siete mil lágrimas-!

Gloria Fuertes

domingo, 6 de marzo de 2011

Educación planificada

La viñeta, representa una fábrica en la que los niños son los protagonistas. Parecen tratados como objetos a fabricar, quizá lo que se pretende  fabricar es la educación de los niños.
Así lo veo yo. Al igual que otros ámbitos, el  de la educación, también está dominado y condicionado hacia los intereses de aquellos que dominan el mundo. Nos transforman a su juicio, nos enseñan lo que se les antoja.

En la viñeta son “desechos” aquellos niños que parecen  tener relación con drogas, o aquellos con retrasos. Son estos los que llevan una “mala vida”, mientras los niños  que adquieren las capacidades necesarias (los “objetos” que se han fabricado correctamente) se dirigen hacia la carrera de bienestar, involucrándose en una cultura y adquiriendo "dignidad" y poder. ¿Se está privando, entonces, a las personas con dificultades, de la educación? O, ¿son los estudiantes con deficiencias o problemas de drogadicción los que no alcanzan los estudios necesarios?, puede ser simplemente que la educación que recibimos nos hace estar a todos al mismo nivel, iguales; y bien se sabe que todos somos diferentes. Tenemos tendencia a aprehender mejor o peor tales o cuales cosas en correspondencia con nuestras aptitudes; eso es de lo que la educación formal nos priva, de aprehender en base a nuestro potencial.
 

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